miércoles, 12 de diciembre de 2007

LOS PUEBLOS QUE IGNORAN SU HISTORIA ESTAN CONDENADOS A REPETIR SUS ERRORES


A 100 AÑOS DE LA MASACRE

RECORDAMOS

LA HISTORIA

DE LA ESCUELA

DOMINGO SANTA MARIA DE IQUIQUE

“LOS PUEBLOS QUE IGNORAN SU HISTORIA ESTAN CONDENADOS A REPETIR SUS ERRORES…”
“…21 de Diciembre de 1907, Treinta y cinco mil pampinos, obreros salitreros y sus familias, ocupan la ciudad de Iquique. Los obreros de las oficinas salitreras de la región norte de Tarapacá pararon desde el 10 de Diciembre, todas sus actividades en las faenas. Con un solo anhelo, el deseo de conseguir mejorar sus condiciones de vida y laborales que eran deplorables. Entre sus peticiones estaba la eliminación de fichas de pago, jornales a tipo de cambio fijo, balanzas para los pesos y medidas para las pulperías, escuelas para los obreros, indemnización, desahucio, entre otras peticiones.A estas demandas se le sumaron otras oficinas salitreras, entrando en huelga también casi todo el comercio e industria Estos trabajadores en paro viajaron a la ciudad de Iquique, ingresando a la ciudad el 16 de diciembre. Entre Seis mil a Siete mil de los huelguistas acamparon en la escuela Santa María. A medida que avanzaba la huelga, más y más pamperos se unían a ella, llegándose a estimar que para el 21 de diciembre, eran cerca de 10.000 (algunos inclusos estiman 14.000). A los pocos días de haber llegado este gran conglomerado de trabajadores estaban reunidos en la plaza Manuel Montt y en el establecimiento de la Escuela Santa María, los cuales pedían al gobierno que actuara de mediador con los patrones de las firmas salitreras extranjeras (ingleses) para solucionar sus demandas. Lamentablemente los patrones se negaban a negociar debido a que los obreros aun no reanudaban sus actividades.Luego llegan ordenes de Santiago para que los manifestantes abandonaran la ciudad y regresaran a las salitreras. Los manifestantes se rehusaron, pues ellos sabían que si regresaban a sus labores, sus peticiones serían burladas y por lo tanto no serian cumplidas. Entonces ese 21 de diciembre, el general Roberto Silva Renard, máxima autoridad militar de Tarapacá, actuó sobre la escuela Santa María con soldados del regimiento O’Higgins y el apoyo de las ametralladoras del crucero Esmeralda.A la creciente tensión que había ya entre los grupos, el 20 de diciembre de 1907 los dirigentes efectuaron una reunión con el intendente Carlos Eastman Quiroga. Mientras la reunión se efectuaba en la oficina salitrera Buenaventura un grupo de obreros con sus familias que trataron de abandonar el lugar fueron acribillados en la línea férrea. Como resultado de esta acción 6 obreros murieron y los demás terminaron heridos.El 21 de diciembre de 1907 se efectuaron los funerales de los obreros, e inmediatamente luego de concluir las ceremonias se les ordenó a todos los trabajadores que abandonaran las dependencias de la escuela y sus alrededores y se trasladaran a las casuchas del Club Hípico. Como estos se negaron a ir, porque se temían a ser cañoneados por los barcos que apuntaban el camino que ellos deberían recorrer hacia el Club Hípico.Así pasaron varios días de negociaciones sin ningún resultado, ya que los dueños de las salitreras decían que sólo negociarían cuando estos volvieran a sus labores, por otro lado los trabajadores decían que si aceptaban este trato, sus peticiones serian ignoradas y sus condiciones de vida serian las mismas.Tras la negativa, las autoridades declararon el Estado de Sitio y las libertades constitucionales son suspendidas gracias a un decreto del intendente que se hizo publicar en la prensa escrita.El General Roberto Silva Renard junto al Coronel Ledesma tenían la misión de desalojar a los trabajadores en huelga. Tras señalar a los del comité de trabajadores que si no salían del edificio, abrirían fuego contra ellos. Entonces, el jefe militar ordenó a los soldados disparar, y la multitud, desesperada y buscando escapar, se arrojó sobre la tropa y ésta repitió el fuego al que se le añadió el de las metralletas. Producto de esta acción mueren 195 personas y 390 heridos, según datos de Nicolás Palacios, testigo de la matanza. Otras fuentes contabilizan 3600 muertes.Los sobrevivientes de la matanza posteriormente fueron llevados literalmente a sablazos hasta el local del Club Hípico, y desde allí a la pampa, donde se les impuso un régimen de terror.El impacto social que produjo este acontecimiento, obligó al gobierno de la época a dictar leyes sociales para comenzar a mejorar las condiciones laborales de los obreros.El Gral. Silva Renard ejecutó la orden de desalojo, pero hay versiones que cuentan que el que dio orden de disparar fue el ministro del interior Rafael Sotomayor. De las víctimas fatales, cerca del 60 % eran peruanos y bolivianos.Las consecuencias de este hecho son claras, las cifras de heridos y muertos no son menores. Se puede sacar en limpio que desde ese momento se reformarían las condiciones de trabajo de los obreros, ya que se dictaron leyes que beneficiaron y mejoraron la calidad de vida de los obreros de las salitreras.

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