lunes, 9 de agosto de 2010

El problema no es… si te buscas o no
más problemas
El problema no es… ser capaz de volver a empezar El problema no es… vivir demostrando
a uno que te exige y anda mendigando
El problema no es… repetir el ayer, como fórmula para salvarse.
El problema no es jugar a darse… El problema no es de ocasión
El problema señor… sigue siendo sembrar amor.
El problema no es… de quien vino
y se fue o viceversa
El problema no es… de los niños que ostentan papás
El problema no es… de quien saca cuenta y recuenta y a su bolsillo suma lo que resta
El problema no es de la moda mundial, ni de que haya tan mala memoria


El problema no queda en la gloria, ni en que falten tesón y sudor
El problema señor… sigue siendo sembrar amor
El problema no es… despeñarse en abismos de ensueño
porque hoy no llegó al futuro sangrado de ayer
El problema no es… que el tiempo sentencie extravío
cuando hay juventudes, soñando desvíos
El problema no es… darle un hacha al dolor
y hacer leña con todo y la palma
El problema vital es el alma… El problema es de resurrección
El problema señor… será siempre sembrar amor.

2 comentarios:

MARTIN dijo...

He venido y leído cada palabra, escuchado cada una de tus ventanas a los sonidos, y te agradezco porque he conocido a Quelentaro, Chinoy. Y así como el maestro me ha conmovido tu pena y tu prosa sencilla.

Dice Pascal Quignard como una de sus grandes metáforas en la “frontera”, que no podemos negar esa línea endeble y en movimiento constante que separa el amor del odio, como el amor de las lágrimas y las penas.

MM

VARUACELL dijo...

GRACIAS POR TUS PALABRAS... ANDO BUSCANDO EL LIBRO, ME ENAMORE DE LA SINTESIS DE LA FRONTERA Y TIERRA LEJANA...
ME GUSTARIA LEER MAS DE USTED MISTER...
UN ABRAZO.

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